18 diciembre 2011

Europa se equivoca de nuevo

Juan Francisco Martín-seco

Dice el antiguo adagio griego que aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco. Según esto, parece que los dioses se han puesto en contra de los pueblos europeos y conspiran para arruinarlos, ya que sus dirigentes han enloquecido. Buena muestra de ello es la última cumbre celebrada en Bruselas. Cuando el estancamiento, si no la recesión, se asoma a la economía de Europa los gobiernos por toda solución se confabulan para endurecer los ajustes y cerrar cualquier salida que no pase por el déficit cero.
La locura, la hybris, ha estado presente, al menos desde el Acta Única en todo el proyecto europeo. Sus dirigentes han intentado lograr lo imposible, al tiempo que trufaban de ideología neoliberal toda la teoría económica. En su soberbia, descalificaron las advertencias que venían del otro lado del Atlántico atribuyéndolas al miedo que causaba en EE UU una moneda europea capaz de competir con el dólar, y acallaron y despreciaron por todos los medios a su alcance las pocas voces que nos manifestamos contrarias en el interior, colocándolas en el saco de lo políticamente incorrecto, a pesar de que los razonamientos económicos más elementales indicaban que una unión monetaria sin unión política y fiscal a medio plazo estallaría llena de contradicciones.
En Maastricht y en todo el recorrido posterior se fijaron como objetivo, con el fin de construir la Unión Monetaria, la convergencia nominal entre las economías de los países, despreciando y pasando por alto la convergencia real, y, a la hora de diseñar un banco central, prestaron atención exclusivamente al control de la inflación y se olvidaron del crecimiento. La hybris una vez más les cegó y no percibieron que los fracasos de los dos intentos realizados para construir un sistema de cambios fijos (Serpiente Monetaria y Sistema Monetario Europeo) eran señales inequívocas de a dónde les podía conducir la Unión Monetaria si persistían en su error.
Llevados por el odio hacia lo público, en el mal llamado Pacto de Estabilidad y Crecimiento, atendieron únicamente al déficit y a la deuda pública, y no quisieron considerar que la variable importante –tal como entonces algunos ya dijimos- es el saldo de la balanza por cuenta corriente. Es el déficit y el endeudamiento exterior los que son peligrosos, bien tengan un origen público o privado.
Al crear en 1944 en Bretton Woods el sistema monetario internacional (sistema de tipos de cambio fijos), no tuvieron ninguna duda de que era el déficit de la balanza de pagos la variable relevante a efectos de mantener equilibrado el sistema. Keynes, con buen criterio, fue más allá y defendió que no fuesen únicamente los países deficitarios los obligados a las correcciones sino también todos aquellos que presentaban superávit, lo que sin embargo no fue aceptado por EE UU, país entonces con fuerte superávit en su balanza de pagos, pero que sí constituye un claro requerimiento a la actual Alemania.
Hoy, tímidamente, hay quien se atreve, incluso en las más altas instancias de los organismos comunitarios, a sugerir que el factor desestabilizador es el déficit de la balanza por cuenta corriente, aunque tales planteamientos, tal como se ha visto, no han tenido ninguna plasmación en la última cumbre en la que los mandatarios europeos continúan poseídos por la locura y, pese a la crítica situación en que se encuentra la eurozona, siguen impertérritos pendientes exclusivamente de la estabilidad presupuestaria, colocando más y más corsés a los países. Tal comportamiento solo puede producir un resultado: estrangular las economías. Y así lo están reconociendo los mercados.
La pasada reunión de jefes de Estado y de Gobierno se ha presentado como una ocasión decisiva en la que se jugaba el ser o no ser de la eurozona, y a pesar del triunfalismo con el que todos los gobiernos han revestido sus conclusiones, lo cierto es que no se ha dado ni un solo paso en la buena dirección, ni siquiera se acordó aquello que parecía más urgente y más inmediato y que podía calmar a los mercados, el anuncio de que el BCE estaba dispuesto a comprar toda la deuda soberana necesaria para equilibrar los tipos de interés.
Las medidas acordadas empeorarán aún más la situación de la economía y van a incrementar las contradicciones de la Unión Monetaria. A los Estados se les está privando de todo mecanismo de defensa. El mercado único les impide utilizar cualquier medida proteccionista frente a la invasión de productos extranjeros; el Acta Única, con la aceptación de la libre circulación de capitales, les veda la utilización de medidas de control de cambios; la Unión Monetaria les ha despojado de la moneda propia y por lo tanto de la posibilidad de devaluar la divisa, al tiempo que se les cierra el recurso a un banco central que les respalde. La situación de muchas de estas naciones es crítica y como única solución se les ofrece ahora un pacto por el que se les quita la capacidad de acompasar la corrección de sus déficits según las circunstancias y necesidades. A muchos de ellos, entre los que se encuentra España, se les está colocando una camisa de fuerza que ahoga sus economías y que ciega cualquier salida. Y todo ello sin que existan las contrapartidas necesarias: una Hacienda Pública única que pueda compensar los desequilibrios que el mercado único y la Unión Monetaria generan entre los distintos países. Se reclama a los Estados ceder soberanía, pero ¿a quién? ¿A organismos internacionales carentes de cualquier legitimidad democrática? ¿A Merkel y a Sarkozy? Es demasiado.

09 diciembre 2011

El discurso falaz de Merkel

Juan Francisco Martín Seco
Sarkozy, no contento con refundar el capitalismo, ahora quiere refundar también la Unión Europea. Echémonos a temblar. Algunas refundaciones dan miedo. Es mejor que nos dejen como estamos. Se ha puesto de moda afirmar que la Unión Monetaria no es viable sin unión fiscal, lo que resulta una verdad evidente. La pena es que muchos de los que ahora lo proclaman no lo hiciesen en su momento, antes de la creación del euro. Por ejemplo, Delors y todos los que componían el gobierno español cuando se aprobó el Tratado de Maastricht. Entonces ni siquiera se aceptó una armonización fiscal y, sin embargo, todos se mostraron exultantes y se conformaron con los raquíticos fondos de cohesión.
Me temo, sin embargo, que las palabras y el lenguaje se trastocan una vez más y se emplea la expresión unión fiscal de forma caricaturesca y distorsionada. Así lo hace, desde luego, la señora Merkel cuando la reduce al mero control del déficit público. ¿Cómo se puede hablar de unión fiscal si los países tienen sistemas impositivos totalmente diferentes, con exenciones, deducciones y tipos divergentes, y juegan entre ellos al dumping fiscal? Además, aun cuando se lograse la armonización, estaríamos muy lejos todavía de ser unión fiscal. La armonización debería haber sido un paso ineludible antes del Acta Única y de haber aceptado la libre circulación de capitales, pero resulta insuficiente tras la Unión Monetaria. Ante las divergencias en las economías reales y la imposibilidad de devaluar, se precisa una Hacienda Pública común capaz de asumir una adecuada función redistributiva entre las regiones, y un presupuesto comunitario cuantitativamente significativo equivalente al de cualquier Estado, con potentes impuestos propios y con capacidad para atender los gastos y las prestaciones sociales de toda la Unión.
Una verdadera unión fiscal es la que se ha realizado entre las dos Alemanias, por cierto financiada en buena parte por el resto de la Unión Europea. Claro que no es esta la unión fiscal que Merkel propone, ni la que está pensando para Europa. Nunca aceptaría una transferencia de recursos tan importantes entre países ricos y pobres como la que se seguiría de tal integración. Pero sin esta unión fiscal, la Unión Monetaria deviene imposible porque lo que ahora se está produciendo es una transferencia de fondos -quizá de cuantía similar- en sentido inverso, transferencia a través del mercado, opaca y encubierta, pero no por eso menos real. El mantenimiento del mismo tipo de cambio entre Alemania y el resto de los países empobrece a estos y enriquece a aquella; genera un enorme superávit en la balanza de pagos del país germánico mientras que en las de las otras naciones se genera un déficit insostenible. Se crea empleo en Alemania y se destruye en los demás países miembros.
En contra de lo que se cree, no son Alemania ni los demás países del norte los paganos de esta situación. No han avalado por un euro más que lo que les corresponde proporcionalmente a su tamaño, es decir, exactamente igual que Francia, España, Italia, Bélgica, etc. A los países rescatados (más que rescatados, hundidos) tales como a Grecia, Irlanda o Portugal, tampoco se les ha regalado nada, se les ha prestado el dinero a un tipo elevadísimo, y todo ello a cambio de perder la soberanía popular y por la única razón de que el BCE, por la presión de Alemania, no actúa como un verdadero banco central.
No, Alemania no es la pagana, sino la beneficiaria y receptora de fondos. En primer lugar, porque, gracias a tener atados de pies y manos a los otros países, se está financiando a un tipo privilegiado, que tiene como contrapartida las altas tasas de interés que los demás tienen que pagar. En segundo lugar y principalmente, porque, al mantenerse fijo el tipo de cambio, la economía alemana gana competitividad mientras que el resto de los países la pierden. Los problemas no provienen de los dispendios y derroches de los países del sur como quiere hacer ver la canciller alemana, sino de las implicaciones previsibles de un proyecto contradictorio e insensato, la Unión Monetaria.
Lo que resulta más sorprendente es la postura de los gobiernos del resto de los países comenzando por Francia, que han asumido, en una especie de síndrome de Estocolmo, los planteamientos alemanes que conducen a sus economías al abismo; y aun más sorprendente si cabe la de todos esos comentaristas españoles que dicen ponerse en el lugar de Alemania y mantienen la tesis de la prodigalidad de los países del sur. Lo menos que se puede decir de los bancos españoles, irlandeses o italianos es que han actuado de forma irresponsable, pero no más que los alemanes o los franceses.
Publicado en Republica

02 diciembre 2011

Proyecto, personas y estatutos. Ante el próximo Congreso Federal del PSOE

Julio Rodríguez López [1]

 Las elecciones generales  del  20 de noviembre  y los resultados de las mismas son ya historia. La victoria del Partido Popular y el ascenso de Mariano Rajoy a la presidencia del gobierno se deben sobre todo al abrupto retroceso del  15% en  los votos obtenidos por el  PSOE respecto de 2008,  4,3 millones de votos menos.  El voto socialista retrocede en España  desde las elecciones autonómicas de Cataluña del otoño de 2010. Nada garantiza que se detenga la tendencia a la baja de dicho voto, como viene sucediendo desde hace tiempo en  las comunidades autónomas de Madrid y Valencia.  Un resultado tan adverso exige cambios  importantes en el PSOE, tanto en el proyecto (que  es lo que se quiere para la sociedad)  como  en los dirigentes (quien  va a defender dicho proyecto).
  Junto a la crisis económica, que se  prolonga desde el verano de 2007,  abundan  las razones que han conducido al resultado electoral de los socialistas españoles en  2011. Es evidente que el retroceso del empleo y el aumento del paro, la perdida de nivel de vida y, sobre todo,  la presencia de unas expectativas pesimistas  de futuro,  no favorecen al partido en el gobierno. La calidad de la gestión de la crisis económica, que se hizo más rigurosa desde mayo de 2010,   y el tratamiento de la cuestión territorial,  aparecen como algunos de los más destacados “puntos débiles” de la actuación del gobierno socialista entre 2004 y 2011.
  Para hacer frente al futuro, para frenar la citada hemorragia de votos, para contribuir al mejor gobierno de España, el PSOE debe de embarcarse en algo más que en un simple cambio de líder. El nuevo liderazgo deberá de acompañarse de un programa  político sustancialmente actualizado.  El proyecto socialdemócrata debe de contar con un  amplio movimiento político detrás  y no quedarse en  un simple referente  vacío de contenido.  Los socialistas deben de establecer canales más fluidos de comunicación con la sociedad. Se debe de prestar atención  no solo al proyecto, sino también al propio partido, del que depende de forma sustancial  la forma bajo la cual se defiende el proyecto ante la sociedad.  
 La realidad de la globalización ha supuesto un aumento general de la competencia a nivel mundial. Una amplia oferta de mano de obra ha llegado a los mercados de trabajo, lo que supone un reto creciente a las condiciones de vida de amplios estratos de población en los países desarrollados. La realidad del cambio medioambiental pone de manifiesto la dificultad de resolver el problema económico mediante el logro de mayores ritmos de crecimiento. Es evidente que  las circunstancias han cambiado, que deben de actualizarse los instrumentos de gobierno. Sin embargo,  los objetivos tradicionales de los socialdemócratas, especialmente la igualdad en la libertad, no han variado, lo que habrá que tenerse en cuenta a la hora de actualizar el proyecto. Un gobierno socialista debe de comprometerse a invertir la fuerte tendencia actual hacia la desigualdad.
   Se ha dicho que el  programa electoral  de 2011 debe de servir de base al nuevo proyecto del  partido  socialista. Es evidente que dicho programa incluye textos aprovechables para  dicha finalidad. Sin embargo, una cosa fue el proyecto dinámico que defendió el candidato socialista, Alfredo Pérez  Rubalcaba,  en las pasadas elecciones,  y  otra cosa es el contenido efectivo del  programa en cuestión.  Este último  puede no ilusionar a futuros votantes socialistas, al   dejar  sin respuesta  a numerosos problemas que ahora se dejan sentir en España. Ejemplos de lo anterior son las soluciones a la cuestión de las ejecuciones hipotecarias  a los hogares en España, la conveniencia de clarificar el papel del Instituto de Crédito Oficial (ICO)  como agencia financiera del gobierno,  ante la creciente concentración bancaria que va a tener lugar,  lo poco funcional que resulta el hecho de que el gobierno de España no tenga nada que decir en materia de planeamiento territorial.
  Sin ir muy lejos,  en la vecina Francia, a título de ejemplo, las decisiones más relevantes en  materia de urbanismo se deciden en  una dirección general del gobierno de París.  Resulta sumamente difícil  en España impulsar el cambio de modelo productivo dejando en manos de los 8.200 ayuntamientos, corregidos por las autonomías,  la decisión sobre el destino del suelo. El proyecto socialista  tiene que tocar dicha cuestión, ausente del programa electoral citado.
Conviene asimismo clarificar las ideas ante la difícil situación del proyecto europeo. Desde el verano de 2011 la situación de la Eurozona se ha complicado de forma sustancial. La especulación de los mercados  contra la deuda pública se ha extendido  a la deuda de Italia y España. El gobierno alemán insiste en que la crisis de la deuda pública  de la Eurozona es una cuestión de escasa voluntad política de los gobiernos para hacer las reformas imprescindibles. Pero  la introducción de programas de ajuste presupuestario, de forma más o menos simultánea en un conjunto significativo de países,  puede conducir  a un serio estancamiento de la economía de la Eurozona.
 Nada que objetar a los posibles candidatos al puesto de secretario general del PSOE que están en la mente de todos. Pero no estaría de más que apareciese algún candidato adicional. Es importante que tales candidatos expliquen qué  proyecto de gobernanza tienen  para España. Por otra parte, desde septiembre de  1979,  a los congresos federales del PSOE acuden militantes del partido resultantes de una elección de segundo nivel. Los militantes socialistas eligen primero en las agrupaciones delegados a los denominados “congresillos” provinciales, de los que salen elegidos los delegados definitivos al congreso. Dicho proceso favorece la presencia de los dirigentes que controlan las estructuras provinciales y regionales del partido, lo que facilita el continuismo general. Esta forma de elección de delegados, que se aprobó en el  Congreso Federal de mayo de 1979, debe de actualizarse, favoreciendo la elección por parte de  todos los militantes  y simpatizantes socialistas. 
[1] Julio Rodriguez López es militante de la Agrupación Socialista de Pozuelo de Alarcón (Madrid) desde 1976.



30 septiembre 2011

Posiciones en Izquierda socialista


IZQUIERDA SOCIALISTA - DOCUMENTO DE POSICIONES (IV). SALIR DE LA CRISIS GLOBAL POR LA IZQUIERDA

de IZQUIERDA SOCIALISTA - CORRIENTE DE OPINIÓN INTERNA DEL PSOE, el Viernes, 30 de septiembre de 2011 a las 17:26
3.2. - Un Estado Laico
            Las instituciones democráticas de una sociedad moderna no deben estar al servicio de ninguna confesión religiosa.  El mundo de las creencias religiosas tiene sus propios ámbitos de expresión y articulación que no deben confundirse con los de la sociedad política democráticamente constituida. Las normas de una confesión religiosa sólo pueden obligar a sus miembros. Las normas del Estado democrático y de derecho obligan a todos.

PROPUESTAS:
  • Abolición de los Acuerdos firmados por el Estado español con el Estado Vaticano el año 1978.
  • Garantizar la independencia del Estado respecto a cualquier organización o confesión religiosa. Garantizar el derecho fundamental a tener las creencias que se consideren oportunas, sean o no de orden religioso, sin discriminación alguna por ello y sin privilegios para ninguna persona o colectivo.
  • Reformar el Artículo 16 de la Constitución Española para evitar cualquier referencia expresa a una confesión determinada, recogiendo expresamente el derecho inalienable de todo ser humano a tener las creencias y convicciones que estime convenientes.


3.3.- Un Estado participativo: ampliar la democratización del sistema político y la participación de la ciudadanía
            En un Estado social de derecho como es España, el concepto pleno de ciudadanía democrática integra un amplio conjunto de derechos universales, una dimensión ético-moral y humanitaria de responsabilidades individuales y compromisos colectivos y la identificación de las personas con los valores, derechos y libertades que fundamentan la igualdad real de los seres humanos, mejores formas de vida y más dignas, el auténtico bienestar y el progreso de la humanidad. Tal concepto y principios irrenunciables no pueden subordinarse a poderosos intereses particulares que, frente a la necesidad de reasignación de recursos para las políticas sociales, desde el individualismo posesivo más egoísta pretenden, a través de los mercados de capitales, imponer el darwinismo social más acentuado y ahogan los márgenes de maniobra de las políticas monetarias, presupuestarias y fiscales de los gobiernos.
            Las crudas realidades de la crisis han puesto de manifiesto disfunciones en el sistema político e institucional y desde la radicalización de los principios democráticos se reclaman nuevos canales de deliberación/participación, nuevas ideas y renovados protagonismos de los partidos políticos, agentes sociales y organizaciones de la sociedad civil en interacción con la ciudadanía.
            Los gobiernos democráticos en sus respectivos ámbitos no deben precipitar decisiones que afectan a la mayoría de la población sin haber estudiado previamente todas las posibles opciones, informado con transparencia y facilitado que la ciudadanía debidamente informada participe (mediante referéndum inequívocamente planteado y debidamente informado, en parlamentos, en plenos municipales, etc.) en la decisión del plan de acción que estime más pertinente. Los gobiernos en su caso deben incentivar y acoger con el máximo interés y apoyo institucional las leyes y/o propuestas surgidas por iniciativa popular.
            La segundad mitad del siglo XX y el siglo XXI han aportado algo fundamental al ciudadano, la posibilidad no solo de acceso directo e instantáneo a la información, sino la posibilidad de crearla, comentarla e intercambiarla. La información durante siglos ha sido una fuente reservada de poder, guardada, manipulada y empleada por unas capas privilegiadas para mantener su dominio. Actualmente somos capaces de informarnos, analizar, comparar puntos de vista y criterios, opinar y exigir. Hoy resulta más difícil manipular y engañar. Esto nos permite ser más libres, más exigentes, más responsables y más solidarios.
            Siendo uno de los valores de la izquierda el respeto a la persona hemos de ser pioneros en transparencia, en comunicación veraz y solida, en crear núcleos de exigencia, de participación y decisión que respeten la dignidad y las aspiraciones de las personas. Se ha acabado la era de las medias palabras, del disimulo, del ocultismo, el ciudadano pide claridad, sinceridad, transparencia y  honestidad.
                               
PROPUESTAS:
  • Reforma de la Ley  electoral para una representación más proporcional de la ciudadanía. Entre otras consideraciones, habría que interpretar el artículo 6 de la Constitución para introducir la obligatoriedad de aumentar la democracia interna de todos los partidos políticos mediante la celebración de elecciones primarias. También por Ley establecer los derechos y obligaciones de los electores y de los representantes elegidos.
  • Realizar elecciones municipales mediante listas abiertas por distritos (un concejal por distrito) y elección directa del Alcalde por los ciudadanos.
  • Defensa y ampliación de los derechos civiles recogidos en nuestra Constitución, facilitando la cercanía de los ciudadanos a la acción política institucional, creando nuevos cauces de participación democrática y control del ejercicio del poder político.
  • Mejora de las regulaciones y sistemas de controles públicos con el necesario reforzamiento y ampliación de las políticas estatales de evaluación, control y modernización administrativa.
  • Revisar el actual sistema de acceso, permanencia y control en la Función Pública, para hacerla más eficaz, participativa y democrática.
  • Participación ciudadana en la toma de decisiones mediante procesos de selección de quienes integrarán los órganos de Gobierno a través del sufragio universal o mediante espacios institucionalmente abiertos (Consejos de Participación) para consultas sobre los contenidos de las políticas (Planes de Empleo, PGOU, Presupuestos Participativos, etc.).
  • Participación en la ejecución de decisiones tomando como referencia el principio de subsidiariedad y mediante la desconcentración y descentralización de la gestión política y administrativa, facilitando la accesibilidad y en consecuencia la participación activa de la ciudadanía a la vez que se fomentan las capacidades de organización de la sociedad civil.
  • Participación en los aportes mediante la evaluación y valoración de la totalidad del esfuerzo social (en ideas, materiales, trabajo y dinero) de modo y manera que permita afrontar desde nuevas perspectivas la participación de la ciudadanía, tanto en la realización de los proyectos que le son propios como en aquellos que por otros motivos, como por ejemplo la solidaridad, une sus capacidades a la de los receptores que demandan la satisfacción de sus necesidades.
  • Participación en los beneficios mediante la utilización por el Estado (Administración Central, Autonómica, Local), como eficiente regulador de la redistribución económica y de la justicia social, de los beneficios del esfuerzo social de la ciudadanía. Siendo el destino social de los beneficios consensuado con la ciudadanía que ha realizado los aportes.
  • Tolerancia cero con la corrupción política, reforzando las medidas administrativas y penales contra este grave problema. Esto implica adoptar nuevas medidas legales contra el transfuguismo político, ampliando los supuestos que integran ese concepto político y sus medidas coercitivas.
  • Transparencia y adecuación de las retribuciones de los representantes públicos y cargos de la administración, de forma que su regulación no sea diferente de la del resto de los ciudadanos.
  • Potenciación de mecanismos de transparencia de las instituciones y de rendición de cuentas de los representantes públicos. Las personas que ostenten una representación pública han de hacer conocer su situación patrimonial a la ciudadanía.
  • Los políticos judicialmente condenados no deben poder representar nunca más a la ciudadanía,  al igual que los políticos judicialmente imputados deben retirarse de su función pública hasta que se resuelva el procedimiento.
  • Todas las Administraciones Públicas deberán ampliar la prestación de sus servicios por Internet.


IV.- MEJORAR LA DEMOCRACIA INTERNA DEL PSOE

4.1.- Necesidad de la democracia interna
            El articulo 6 de la Constitución Española, refiriéndose a los partidos políticos, declara que "su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”. Ello obliga a que ningún partido debería aceptar, en ningún caso, caudillismos que suplanten a los principios ideológicos y a los principios democráticos.  Las “adhesiones inquebrantables” y las fidelidades personales basadas en intereses diversos deberían desaparecer definitivamente de la escena política española.
            El PSOE ha dar ejemplo de comportamiento democrático, garantizando la libre expresión de las ideas, la  pluralidad interna y la participación democrática en la toma de decisiones. En este sentido conviene  recordar la Resolución aprobada en la Conferencia Política del PSOE celebrada en Madrid los días 20-21 de julio de 2001 que, textualmente, dice: “El derecho a expresar el propio pensamiento y proponérselo a los demás compete a cada afiliado individualmente, así como al conjunto de afiliados que, coincidiendo en criterios y opiniones, constituyen una Corriente en el seno del Partido”.
            Así pues el debate interno debe girar entorno  a ideas, programas y proyectos.  El problema del Partido en estos momentos no solo es el ideológico, también lo es, y muy grave el orgánico con una evidente debilidad de su democracia interna y de los mecanismos de participación de la militancia. Un ejemplo preciso lo tenemos en el deterioro de las Agrupaciones Locales en cuanto a actividad, número de militantes y presencia ciudadana.
            Nos preocupa especialmente que nuestras carencias internas se hagan extensivas al desinterés y a  la desconfianza que muchos ciudadanos sienten hacia las estructuras de los partidos políticos. La mala imagen de los partidos y de la política en general no deja de crecer, suponiendo un déficit democrático insostenible y un peligroso alejamiento entre los ciudadanos y los militantes. Una Agrupación que renuncie a incidir en su entorno más inmediato o que sea percibida con desconfianza por los ciudadanos, no sólo es inoperativa para conseguir nuestros objetivos políticos sino que no tiene sentido estatutariamente en nuestro partido. Se trata de devolver la ilusión en un verdadero proyecto de izquierdas a nuestros militantes, para que éstos vuelvan a sentirse motivados para transmitir nuestras ideas de progreso hacia su entorno más inmediato.
            Se necesita una ampliación de la democrática interna, y que todos y cada uno de los órganos de dirección del partido recupere y ejercite plenamente, con todo rigor y ética, la función que tiene encomendada. El Comité Federal, los Comités Regionales o de Nacionalidad y las Asambleas Locales han de ejercer como máximos órganos de dirección del Partido. La función de las Comisiones Ejecutivas no incluye la suplantación de los otros órganos superiores de participación y decisión del partido. La totalidad de los poderes del partido no deben  acumularse en la figura de los secretarios generales y sus ejecutivas, al coste de caer en distintas formas de abuso de poder, ausencia de participación y perversión de los mecanismos democráticos de toma de decisiones. Y menos aun concentrarse en la figura de uno o varios candidatos electorales o personas ya electas, los que de arriba hacia abajo impartirían la "verdad revelada". Las Comisiones Ejecutivas, en sus distintos ámbitos, deben expresar la realidad del verdadero pluralismo interno  de la organización, al igual que los otros órganos deliberantes y ejecutivos del partido. 
            Hay que aplicar los principios federalistas propios de la organización del partido a todos lo niveles, incluido el de subsidiaridad, garantizando que las decisiones y opiniones de los de arriba se vayan conformando con las que surgen libremente desde  abajo. La democracia representativa no debe anular a la democracia participativa. Las dos son un todo indivisible.
            Hay que acabar con la vieja cultura autoritaria tan practicada de que  “el que se mueve no sale en la foto”. Hay que regular de forma racional el sistema de elección por primarias, abriendo las puertas a las aportaciones de aquellos que forman nuestro entorno ideológico, social y electoral más próximo.
            Hemos de situarnos en un nuevo paradigma del siglo XXI, con los valores propios del socialismo: el internacionalismo humanista y el respeto de toda la ciudadanía. La articulación de una potente ala izquierda en el PSOE podría reequilibrar esos déficits y motivar a un electorado muy amplio hoy alejado de las posiciones hegemónicas en la dirección del partido.

4.2.- PROPUESTAS:
  • Favorecer que los órganos de dirección del partido, a todos los niveles, estimulen el debate democrático abierto  a la participación, así como a la necesaria renovación de ideas y de personas.
  • Garantizar el pluralismo interno y el  respeto a las minorías en todos los órganos ejecutivos, deliberantes y de control del Partido. Para ello se aplicarán formulas de mayoría corregida que permitan integrar la diversidad, teniendo en cuenta criterios de proporcionalidad, para evitar monopolios y exclusiones. 
  • Correcta actualización de los censos de militantes y transparencia en el uso de los mismos.
  • Selección mediante elecciones internas o PRIMARIAS de los candidatos a cargos públicos u orgánicos representativos. Las elecciones primarias se deben utilizar para elegir los candidatos a Secretario General del Partido, Presidente de Gobierno, Presidentes de Comunidades Autónomas y Alcaldes de poblaciones de más de 10.000 habitantes, con la posibilidad de una segunda vuelta en caso de presentarse dos o mas candidatos.
  • Exigencia de presentar un número de avales entre el 5% y el 20%  de  la militancia del censo  real de cada ámbito que  corresponda en cada proceso de primarias.
  • Elección de los cargos de representación orgánica e institucional por el sistema de listas abiertas con factor de corrección.
  • Aplicar el principio de incompatibilidad de cargos orgánicos e institucionales en los mismos ámbitos evitando la acumulación y concentración de poder en pocas manos. 
  • Limitación de mandatos, tanto institucionales como orgánicos, a un máximo de 2 mandatos y 8 años.
  • Obligatoriedad de que todos los cargos públicos y orgánicos del Partido rindan cuentas de su gestión ante los órganos que los han elegido.
  • Establecer y regular la capacidad de la propia militancia para revocar los cargos electos aún dentro del período para el que fueron elegidos.        
  • Modificar el Reglamento de Asambleas para garantizar la pluralidad, la participación, la información y el control de los  militantes.
  • Realización de asambleas abiertas y periódicas, para afiliados y no afiliados, sobre temas de actualidad y de interés social general.
  • Crear en cada Agrupación Local una asociación cultural que lleve el nombre común  de “Casa del Pueblo”, abiertas en miembros a la ciudadanía progresista, para organizar actividades culturales,  de formación,  con los jóvenes y con la colaboración de movimientos ciudadanos, ONG’s, asociaciones vecinales, culturales o formativas.
  • Favorecer la participación de la ciudadanía en la vida del partido mediante un censo de simpatizantes actualizable anualmente. Los simpatizantes tendrían derecho a voto en las elecciones primarias a cargos institucionales y, también derecho a voz para expresar sus ideas, propuestas e inquietudes en el seno del Partido.
  • Aplicar una amnistía general para todas y todos aquellos compañeros que han sido represaliados por motivos exclusivamente ideológicos, incluyendo el sobreseimiento y archivo de todos los expedientes que por esos motivos estén en curso actualmente.
  • Reintegrar la plenitud del derecho a voz y voto  a los miembros de la Corriente de Opinión  Izquierda Socialista a los Congresos y Conferencias del Partido
  • Dotarse de un Estatuto de las Corrientes de Opinión del PSOE, en desarrollo del Art 4 de los actuales Estatutos Federales del partido

    IZQUIERDA SOCIALISTA - DOCUMENTO DE POSICIONES (IV). SALIR DE LA CRISIS GLOBAL POR LA IZQUIERDA

    de IZQUIERDA SOCIALISTA - CORRIENTE DE OPINIÓN INTERNA DEL PSOE, el Viernes, 30 de septiembre de 2011 a las 17:26
    3.2. - Un Estado Laico
                Las instituciones democráticas de una sociedad moderna no deben estar al servicio de ninguna confesión religiosa.  El mundo de las creencias religiosas tiene sus propios ámbitos de expresión y articulación que no deben confundirse con los de la sociedad política democráticamente constituida. Las normas de una confesión religiosa sólo pueden obligar a sus miembros. Las normas del Estado democrático y de derecho obligan a todos.

    PROPUESTAS:
    • Abolición de los Acuerdos firmados por el Estado español con el Estado Vaticano el año 1978.
    • Garantizar la independencia del Estado respecto a cualquier organización o confesión religiosa. Garantizar el derecho fundamental a tener las creencias que se consideren oportunas, sean o no de orden religioso, sin discriminación alguna por ello y sin privilegios para ninguna persona o colectivo.
    • Reformar el Artículo 16 de la Constitución Española para evitar cualquier referencia expresa a una confesión determinada, recogiendo expresamente el derecho inalienable de todo ser humano a tener las creencias y convicciones que estime convenientes.


    3.3.- Un Estado participativo: ampliar la democratización del sistema político y la participación de la ciudadanía
                En un Estado social de derecho como es España, el concepto pleno de ciudadanía democrática integra un amplio conjunto de derechos universales, una dimensión ético-moral y humanitaria de responsabilidades individuales y compromisos colectivos y la identificación de las personas con los valores, derechos y libertades que fundamentan la igualdad real de los seres humanos, mejores formas de vida y más dignas, el auténtico bienestar y el progreso de la humanidad. Tal concepto y principios irrenunciables no pueden subordinarse a poderosos intereses particulares que, frente a la necesidad de reasignación de recursos para las políticas sociales, desde el individualismo posesivo más egoísta pretenden, a través de los mercados de capitales, imponer el darwinismo social más acentuado y ahogan los márgenes de maniobra de las políticas monetarias, presupuestarias y fiscales de los gobiernos.
                Las crudas realidades de la crisis han puesto de manifiesto disfunciones en el sistema político e institucional y desde la radicalización de los principios democráticos se reclaman nuevos canales de deliberación/participación, nuevas ideas y renovados protagonismos de los partidos políticos, agentes sociales y organizaciones de la sociedad civil en interacción con la ciudadanía.
                Los gobiernos democráticos en sus respectivos ámbitos no deben precipitar decisiones que afectan a la mayoría de la población sin haber estudiado previamente todas las posibles opciones, informado con transparencia y facilitado que la ciudadanía debidamente informada participe (mediante referéndum inequívocamente planteado y debidamente informado, en parlamentos, en plenos municipales, etc.) en la decisión del plan de acción que estime más pertinente. Los gobiernos en su caso deben incentivar y acoger con el máximo interés y apoyo institucional las leyes y/o propuestas surgidas por iniciativa popular.
                La segundad mitad del siglo XX y el siglo XXI han aportado algo fundamental al ciudadano, la posibilidad no solo de acceso directo e instantáneo a la información, sino la posibilidad de crearla, comentarla e intercambiarla. La información durante siglos ha sido una fuente reservada de poder, guardada, manipulada y empleada por unas capas privilegiadas para mantener su dominio. Actualmente somos capaces de informarnos, analizar, comparar puntos de vista y criterios, opinar y exigir. Hoy resulta más difícil manipular y engañar. Esto nos permite ser más libres, más exigentes, más responsables y más solidarios.
                Siendo uno de los valores de la izquierda el respeto a la persona hemos de ser pioneros en transparencia, en comunicación veraz y solida, en crear núcleos de exigencia, de participación y decisión que respeten la dignidad y las aspiraciones de las personas. Se ha acabado la era de las medias palabras, del disimulo, del ocultismo, el ciudadano pide claridad, sinceridad, transparencia y  honestidad.
                                   
    PROPUESTAS:
    • Reforma de la Ley  electoral para una representación más proporcional de la ciudadanía. Entre otras consideraciones, habría que interpretar el artículo 6 de la Constitución para introducir la obligatoriedad de aumentar la democracia interna de todos los partidos políticos mediante la celebración de elecciones primarias. También por Ley establecer los derechos y obligaciones de los electores y de los representantes elegidos.
    • Realizar elecciones municipales mediante listas abiertas por distritos (un concejal por distrito) y elección directa del Alcalde por los ciudadanos.
    • Defensa y ampliación de los derechos civiles recogidos en nuestra Constitución, facilitando la cercanía de los ciudadanos a la acción política institucional, creando nuevos cauces de participación democrática y control del ejercicio del poder político.
    • Mejora de las regulaciones y sistemas de controles públicos con el necesario reforzamiento y ampliación de las políticas estatales de evaluación, control y modernización administrativa.
    • Revisar el actual sistema de acceso, permanencia y control en la Función Pública, para hacerla más eficaz, participativa y democrática.
    • Participación ciudadana en la toma de decisiones mediante procesos de selección de quienes integrarán los órganos de Gobierno a través del sufragio universal o mediante espacios institucionalmente abiertos (Consejos de Participación) para consultas sobre los contenidos de las políticas (Planes de Empleo, PGOU, Presupuestos Participativos, etc.).
    • Participación en la ejecución de decisiones tomando como referencia el principio de subsidiariedad y mediante la desconcentración y descentralización de la gestión política y administrativa, facilitando la accesibilidad y en consecuencia la participación activa de la ciudadanía a la vez que se fomentan las capacidades de organización de la sociedad civil.
    • Participación en los aportes mediante la evaluación y valoración de la totalidad del esfuerzo social (en ideas, materiales, trabajo y dinero) de modo y manera que permita afrontar desde nuevas perspectivas la participación de la ciudadanía, tanto en la realización de los proyectos que le son propios como en aquellos que por otros motivos, como por ejemplo la solidaridad, une sus capacidades a la de los receptores que demandan la satisfacción de sus necesidades.
    • Participación en los beneficios mediante la utilización por el Estado (Administración Central, Autonómica, Local), como eficiente regulador de la redistribución económica y de la justicia social, de los beneficios del esfuerzo social de la ciudadanía. Siendo el destino social de los beneficios consensuado con la ciudadanía que ha realizado los aportes.
    • Tolerancia cero con la corrupción política, reforzando las medidas administrativas y penales contra este grave problema. Esto implica adoptar nuevas medidas legales contra el transfuguismo político, ampliando los supuestos que integran ese concepto político y sus medidas coercitivas.
    • Transparencia y adecuación de las retribuciones de los representantes públicos y cargos de la administración, de forma que su regulación no sea diferente de la del resto de los ciudadanos.
    • Potenciación de mecanismos de transparencia de las instituciones y de rendición de cuentas de los representantes públicos. Las personas que ostenten una representación pública han de hacer conocer su situación patrimonial a la ciudadanía.
    • Los políticos judicialmente condenados no deben poder representar nunca más a la ciudadanía,  al igual que los políticos judicialmente imputados deben retirarse de su función pública hasta que se resuelva el procedimiento.
    • Todas las Administraciones Públicas deberán ampliar la prestación de sus servicios por Internet.


    IV.- MEJORAR LA DEMOCRACIA INTERNA DEL PSOE

    4.1.- Necesidad de la democracia interna
                El articulo 6 de la Constitución Española, refiriéndose a los partidos políticos, declara que "su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”. Ello obliga a que ningún partido debería aceptar, en ningún caso, caudillismos que suplanten a los principios ideológicos y a los principios democráticos.  Las “adhesiones inquebrantables” y las fidelidades personales basadas en intereses diversos deberían desaparecer definitivamente de la escena política española.
                El PSOE ha dar ejemplo de comportamiento democrático, garantizando la libre expresión de las ideas, la  pluralidad interna y la participación democrática en la toma de decisiones. En este sentido conviene  recordar la Resolución aprobada en la Conferencia Política del PSOE celebrada en Madrid los días 20-21 de julio de 2001 que, textualmente, dice: “El derecho a expresar el propio pensamiento y proponérselo a los demás compete a cada afiliado individualmente, así como al conjunto de afiliados que, coincidiendo en criterios y opiniones, constituyen una Corriente en el seno del Partido”.
                Así pues el debate interno debe girar entorno  a ideas, programas y proyectos.  El problema del Partido en estos momentos no solo es el ideológico, también lo es, y muy grave el orgánico con una evidente debilidad de su democracia interna y de los mecanismos de participación de la militancia. Un ejemplo preciso lo tenemos en el deterioro de las Agrupaciones Locales en cuanto a actividad, número de militantes y presencia ciudadana.
                Nos preocupa especialmente que nuestras carencias internas se hagan extensivas al desinterés y a  la desconfianza que muchos ciudadanos sienten hacia las estructuras de los partidos políticos. La mala imagen de los partidos y de la política en general no deja de crecer, suponiendo un déficit democrático insostenible y un peligroso alejamiento entre los ciudadanos y los militantes. Una Agrupación que renuncie a incidir en su entorno más inmediato o que sea percibida con desconfianza por los ciudadanos, no sólo es inoperativa para conseguir nuestros objetivos políticos sino que no tiene sentido estatutariamente en nuestro partido. Se trata de devolver la ilusión en un verdadero proyecto de izquierdas a nuestros militantes, para que éstos vuelvan a sentirse motivados para transmitir nuestras ideas de progreso hacia su entorno más inmediato.
                Se necesita una ampliación de la democrática interna, y que todos y cada uno de los órganos de dirección del partido recupere y ejercite plenamente, con todo rigor y ética, la función que tiene encomendada. El Comité Federal, los Comités Regionales o de Nacionalidad y las Asambleas Locales han de ejercer como máximos órganos de dirección del Partido. La función de las Comisiones Ejecutivas no incluye la suplantación de los otros órganos superiores de participación y decisión del partido. La totalidad de los poderes del partido no deben  acumularse en la figura de los secretarios generales y sus ejecutivas, al coste de caer en distintas formas de abuso de poder, ausencia de participación y perversión de los mecanismos democráticos de toma de decisiones. Y menos aun concentrarse en la figura de uno o varios candidatos electorales o personas ya electas, los que de arriba hacia abajo impartirían la "verdad revelada". Las Comisiones Ejecutivas, en sus distintos ámbitos, deben expresar la realidad del verdadero pluralismo interno  de la organización, al igual que los otros órganos deliberantes y ejecutivos del partido. 
                Hay que aplicar los principios federalistas propios de la organización del partido a todos lo niveles, incluido el de subsidiaridad, garantizando que las decisiones y opiniones de los de arriba se vayan conformando con las que surgen libremente desde  abajo. La democracia representativa no debe anular a la democracia participativa. Las dos son un todo indivisible.
                Hay que acabar con la vieja cultura autoritaria tan practicada de que  “el que se mueve no sale en la foto”. Hay que regular de forma racional el sistema de elección por primarias, abriendo las puertas a las aportaciones de aquellos que forman nuestro entorno ideológico, social y electoral más próximo.
                Hemos de situarnos en un nuevo paradigma del siglo XXI, con los valores propios del socialismo: el internacionalismo humanista y el respeto de toda la ciudadanía. La articulación de una potente ala izquierda en el PSOE podría reequilibrar esos déficits y motivar a un electorado muy amplio hoy alejado de las posiciones hegemónicas en la dirección del partido.

    4.2.- PROPUESTAS:
    • Favorecer que los órganos de dirección del partido, a todos los niveles, estimulen el debate democrático abierto  a la participación, así como a la necesaria renovación de ideas y de personas.
    • Garantizar el pluralismo interno y el  respeto a las minorías en todos los órganos ejecutivos, deliberantes y de control del Partido. Para ello se aplicarán formulas de mayoría corregida que permitan integrar la diversidad, teniendo en cuenta criterios de proporcionalidad, para evitar monopolios y exclusiones. 
    • Correcta actualización de los censos de militantes y transparencia en el uso de los mismos.
    • Selección mediante elecciones internas o PRIMARIAS de los candidatos a cargos públicos u orgánicos representativos. Las elecciones primarias se deben utilizar para elegir los candidatos a Secretario General del Partido, Presidente de Gobierno, Presidentes de Comunidades Autónomas y Alcaldes de poblaciones de más de 10.000 habitantes, con la posibilidad de una segunda vuelta en caso de presentarse dos o mas candidatos.
    • Exigencia de presentar un número de avales entre el 5% y el 20%  de  la militancia del censo  real de cada ámbito que  corresponda en cada proceso de primarias.
    • Elección de los cargos de representación orgánica e institucional por el sistema de listas abiertas con factor de corrección.
    • Aplicar el principio de incompatibilidad de cargos orgánicos e institucionales en los mismos ámbitos evitando la acumulación y concentración de poder en pocas manos. 
    • Limitación de mandatos, tanto institucionales como orgánicos, a un máximo de 2 mandatos y 8 años.
    • Obligatoriedad de que todos los cargos públicos y orgánicos del Partido rindan cuentas de su gestión ante los órganos que los han elegido.
    • Establecer y regular la capacidad de la propia militancia para revocar los cargos electos aún dentro del período para el que fueron elegidos.        
    • Modificar el Reglamento de Asambleas para garantizar la pluralidad, la participación, la información y el control de los  militantes.
    • Realización de asambleas abiertas y periódicas, para afiliados y no afiliados, sobre temas de actualidad y de interés social general.
    • Crear en cada Agrupación Local una asociación cultural que lleve el nombre común  de “Casa del Pueblo”, abiertas en miembros a la ciudadanía progresista, para organizar actividades culturales,  de formación,  con los jóvenes y con la colaboración de movimientos ciudadanos, ONG’s, asociaciones vecinales, culturales o formativas.
    • Favorecer la participación de la ciudadanía en la vida del partido mediante un censo de simpatizantes actualizable anualmente. Los simpatizantes tendrían derecho a voto en las elecciones primarias a cargos institucionales y, también derecho a voz para expresar sus ideas, propuestas e inquietudes en el seno del Partido.
    • Aplicar una amnistía general para todas y todos aquellos compañeros que han sido represaliados por motivos exclusivamente ideológicos, incluyendo el sobreseimiento y archivo de todos los expedientes que por esos motivos estén en curso actualmente.
    • Reintegrar la plenitud del derecho a voz y voto  a los miembros de la Corriente de Opinión  Izquierda Socialista a los Congresos y Conferencias del Partido
    • Dotarse de un Estatuto de las Corrientes de Opinión del PSOE, en desarrollo del Art 4 de los actuales Estatutos Federales del partido
















26 septiembre 2011

Razones para no salir del euro


JOSEP BORRELL
En estos tiempos de extrema tensión sobre las deudas publicas de algunos países europeos se vuelve a plantear la salida del euro, aunque parezca políticamente impensable, como una solución para Grecia cuyo default se considera cada vez mas probable.
La cuestión plantea dos preguntas ¿Un default griego implicaría necesariamente la salida  del euro?. ¿Qué ventajas e inconvenientes tendría ese abandono de la moneda única?
En mi opinión un default de Grecia, o de cualquier otro país, no implica automáticamente que tuviese que salir del euro. Precisamente de lo que se trata es asumir una restructuración profunda, pero ordenada, de su deuda manteniendo aGrecia en la zona euro, porque si tuviese que salir del euro su situación seria mucho peor.
Sin embargo, hay argumentos a favor de que seria la forma rápida de restaurar su competitividad porque podría devaluar su moneda y liberarse de un conjunto de condicionantes que no puede cumplir.
Ciertamente ,una devaluación del tipo de cambio es una forma mas rápida de reducir los precios a la exportación que no una devaluación “interna” conseguida a base de reducir salarios y a través de ellos los costes y los precios ..
La devaluación monetaria y la deflación salarial son dos procedimientos muy diferentes de recuperar la competitividad perdida. Jugar con el tipo de cambio es mas rápido, menos conflictivo y probablemente  mas justo, por que los costes del ajuste se reparten automáticamente entre todos los consumidores de productos importados y no solo sobre salarios y otras victimas de las políticas de austeridad.
Pero tiene muchos inconvenientes y plantea muchos problemas incluso jurídicos. No está previsto en los Tratados que un país salga del euro. Desde el Tratado de Lisboaun país puede salir de la Unión Europea, pero para salir del euro tendría que salir primero de la UE y renunciar a las ayudas de los Fondos estructurales, de la política agrícola , etc.., que para los países candidatos a la salida son muy importantes.
Se puede pensar que siempre encontraríamos una solución jurídica pero hay otros problemas de tipo técnico, económico, financiero y operativo que son mucho mas graves.
Para pasar al euro hicieron falta años de preparación y un rodaje de los sistemas contables e informáticos largo y complejo. Salir seria igualmente complejo y desde luego no se haría por sorpresa en una noche. Y cuando se supiera que eso iba a ocurrir todos los depósitos en euros se retirarían para evitar encontrárselos convertidos endracmas devaluados. Más aún, si ese peligro se confirmara los Bancos del país que fuese a salir del euro pedirían prestamos para colocarlos en los países que se quedan en la eurozona.
Repetiríamos la experiencia del “corralillo” como en Argentina para lo cual habría que imponer a tiempo un control del movimiento de capitales y mas tonto el ultimo. El coste social seria muy grande, solo por eso la teoría de la salida del euro “dulce y tranquila” es pura ficción.
Ademas,los que defienden un salida del euro porque así se puede devaluar la moneda no nos dicen quien la va a devaluar y hasta cuanto se va a devaluar. Desde luego el tipo de cambio del nuevo dracma no lo iba a fijar Papandreu en una proclama desde un balcón de la Plaza Sintagma.
Lo decidirían los mercados financieros y no habría forma de controlarlo. Si un país ha tenido que salir del euro su moneda no inspiraría mucha confianza y lo mas probable es que la devaluación fuese una hiperdevaluacion.
Cuando Argentina, en el 2002, rompió  su cambio fijo con el dólar (1 peso 1 dólar), el gobierno anuncio un cambio de 1,4 pesos/dólar. Pero seis meses después estaba en 4 p/$.
El riesgo en una operación de salida del euro es una caída descontrolada del tipo de cambio. Serviría para exportar mucho ,pero aparte de que Grecia tampoco tiene tanto que exportar, la devaluación es un cuchillo de doble filo. Encarece los productos importados ,y Grecia tiene que importar muchas cosas empezando por la energía. Los consumidores se empobrecerían y las empresas no podrían importar los equipos necesarios para reforzar su competitividad que no es solo cuestión de precio.
Pero  el problema mas grave es de tipo financiero. Las deudas publicas y privadas están nominadas en euros y en euros se quedarían. Habría que devolverlas en una moneda devaluada lo que equivale a que habrían aumentado en la misma proporción en la que se devalúe su nueva moneda con respecto al euro. Y como el problema de estos países es precisamente el excesivo endeudamiento, habríamos agravado el problema que queríamos resolver.
Se puede también pensar que la salida del euro llevaría aparejada una restructuración en profundidad de la deuda de forma que tampoco se iba a tener que devolver en una parte importante .Pero cuanto mas grande fuese el default mayor seria la falta de credibilidad y más débil nacería la nueva moneda. En ese juego el país obligado a salir tienen todas las de perder
Y además, como seguiría teniendo deficit publico al día siguiente tendría que volver a pedir financiación . ¿Y a que tipo de interés la encontraría si a su falta de credibilidad hay que sumar el riesgo de tipo de cambio? El problema se transmitiría al conjunto del sistema financiero europeo. Algunas partidas de los balances de los Bancos seguirían en euros y otros cambiarían bruscamente de valor.
Puede que la realidad nos obligue a enfrentarnos a este relato que puede parecer un poco apocalíptico  y que naturalmente vale igual para Grecia como para cualquier otro país, España o Italia.
No es imposible que ocurra, pero los costes serian mas grandes de lo que costaría evitarlo y las consecuencias serian tanto mas graves cuanto mayor fuese la economía del o de los que saliesen del euro y mayor su interdependencia con otros países  europeos. Por estas razones, creo que mas vale que hagamos todo lo posible para evitar una salida del euro de Grecia o de cualquier otro país.